domingo, 24 de enero de 2010

cruce de caminos

Se encontraba en un cruce de caminos, una encrucijada a partir de la cual no sabía cómo continuar.

Atrás, a muchos kilómetros de distancia, había dejado su vida, llena de sinsabores, llena de lágrimas. Muchos kilómetros andados en un camino que le había devuelto a una encrucijada similar a la que inició su viaje.

Las tristezas seguían acompañándola, pensaba que no habían tenido cabida en su equipaje, pero a los dos días se las encontró en el baño junto a su neceser.

Las lágrimas llegaron al tercer día de viaje, no las echaba de menos y por ello se sorprendió una noche al verse tirada sobre la alfombra de la habitación de motel de mala muerte, llorando sin poder ponerle freno.

El dolor llegó el quinto día, junto a la incertidumbre de no saber que era de sus amigos.

Cuando inició su viaje se prometió no dar señales de vida y poder completar su búsqueda.

Hasta el día que decidió irse todo le parecía un camino lleno de espinas que se clavaban muy hondo y no era capaz de sacarse.

Pero ella prosiguió su búsqueda.

Haciendo cosas que sus padres le habían vetado, haciendo cosas que en su vida se imaginó que pudiera hacer.

De todo lo malo que dejó atrás sacó fuerzas para seguir su búsqueda.

Pero no la prepararon para el nuevo viaje que se presentó de golpe una mañana.

Su camino iba a ser desandado. Pero con una vida llena de logros en la maleta.

Se fue de casa porque sus padres se negaron a pagarle los estudios, tenía una beca pero tendría que irse lejos y necesitaba del apoyo de sus padres.

Contra viento y marea se fue a luchar por sus sueños, quería ser médico y lo iba a lograr por mucho sufrimiento que provocase en aquellos que le negaban la llave de su futuro.

Se marchó decidida y consiguió su carrera.

Estudiando conoció a un chico que estudiaba veterinaria y su caminos se cruzaron.

Ahora a él le habían ofrecido un puesto en la clínica de su pequeña ciudad y sin que ella lo supiera él había solicitado una plaza para ella en el pequeño ambulatorio.

El círculo se cerró en el momento que ella descubrió que la plaza se la habían concedido.

Se iba a tener que enfrentar a todo lo que la hizo huir. Pero esta vez no estaba sola como cuando empezó su viaje.

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