magia

No creía en la magia.

Nunca lo había hecho, no necesitaba hacerlo para vivir su momentos especiales.

Ese era uno de ellos, sentado en ese prado desnudo como estaba, recibiendo la luz del sol directamente sobre su piel.

La suave brisa rozaba su piel meciendo su pelo.

No podía pedir nada más.

Cuando necesitaba escapar esa era su forma de hacerlo. Solo en el monte con sus pensamientos y su música como única compañía.

Cuando de repente vio como una mariposa se posaba sobre su mano.

Atónito vio como la mariposa se transformaba en un hada. Que mirándolo con una sonrisa le dijo que iba a ser testigo de aquello en lo que no creía.

Y girando sobre sí misma comenzó a volar, al mismo tiempo que varias mariposas se acercaban al muchacho. Volando a su alrededor.

Todo a su alrededor pareció iluminarse con otra luz. Mientras esos diminutos seres volaban a su alrededor varios ciervos se acercaron al muchacho, tocando con su hocico la mano extendida del muchacho que no salía de su asombro.

Las hadas siguieron revoloteando a su alrededor.

Y por la pierna del muchacho crecía una planta enroscándose por su pierna, floreciendo a escasos centímetros de su cara una rosa perfecta que no le había hecho ni un solo arañazo con sus espinas.

Instintivamente acerco su nariz para oler la fragancia de la flor que exploto en miles de pétalos que al caer acariciaron el cuerpo desnudo del muchacho.

No daba crédito a lo que estaba viviendo.

La primera hada que se le apareció se le posó en el hombro y caminando hasta su oído le susurro: “Magia”.

En ese momento el muchacho se despertó tendido en el suelo.

No sabía si había sido un sueño o si había sido real, lo único que sabía era que la sonrisa no se le iba de la cara.

Se había hecho más tarde de lo que pensaba y se fue a vestirse. Al coger la ropa se lo encontró. Un colgante rúnico.

Se lo puso y se marcho a su casa con la sonrisa aun en la cara.

este hombre es genial... otro vídeo como fuente de inspiración